lunes, 8 de noviembre de 2010

Visita del Papa a España

Este fin de semana ha venido el Papa a España. Ha visitado dos ciudades, Santiago de Compostela y Barcelona. Desde antes de que Su Santidad llegara a España, ya había habido cierto revuelo con varios grupos que no deseaban la visita y preparaban movilizaciones.
Los que no están a favor de esta visita alegan que existe un dispendio, que porqué el Papa tiene que opinar sobre ciertas ideas, etc.
¿Qué quieren que les diga? Yo sí estoy a favor de esta visita. Primero porque le da la gana venir, ¿o puede venir a España cualquier persona a decir lo que sea y el Papa no? No entiendo el motivo por el que en España no se permite opinar a alguien que lleva una sotana. Cualquiera puede opinar de lo que sea, de cualquier tema, pero ¡ay amigo! como lleve usted una sotana, no se le ocurra abrir la boca. ¿Hay alguna razón por la que puede venir a España cualquier personalidad (o personaje) del mundo y decir que nuestro país apesta sin que  nadie se ruborice lo más mínimo, pero el Papa no puede hablar de la doctrina de la Iglesia?
También es importante que señale que el Papa habla para los cristianos. Si usted no es cristiano o no tiene creencias, no haga caso de la doctrina eclesial, pero no impida o intente evitar un acto al que ha acudido mucha gente. Mi idea es que si ha acudido mucha gente, es porque esa gente sí quería oir al Papa. A mí personalmente no me interesa la Cienciología, o el Budismo tibetano por poner unos ejemplos, pero si un día viene el Dalai Lama o algún lider de la Cienciología con algún mensaje que no comparto, tengan por seguro que no voy a ir a boicotearlo. Sencillamente no iré. No entiendo estas campañas orquestadas con el lema, "Yo no te espero" y cosas semejantes...
Una cosa que quiero comentar es la respuesta de muchas personas protestando por la visita papal diciendo que España es un país laico. Craso error. España no es un país laico. España es un país aconfesional, según consta en el artículo 16.3 de la Constitución Española. La aconfesionalidad consiste en que el Estado no asume como propia ninguna religión, pero no es hostil a la propia religión. Por el contrario, el laicismo implica que el Estado quiere prescindir de todas las religiones. Como podemos observar, son dos cosas diferentes.
Por último me gustaría criticar la actitud poco valiente del Gobierno. No olvidemos que el Gobierno representa a todos los españoles no una determinada ideología política. No diré más a este respecto.
Piensen.
Sed buenos.

3 comentarios: