domingo, 10 de enero de 2016

Gran Hermano VIP

TeleCinco ha confirmado que Francisco Nicolás Gómez Iglesias, más conocido como el pequeño Nicolás, es el último concursante en participar en su programa Gran Hermano VIP. Junto a él participarán otros ilustres personajes del mundo de la basura televisiva... Les podría dar los nombres de los concursantes, pero ¿para qué? Si les va a pasar como a mí, no conocerán a casi nadie. Son unos pelagatos. Imaginen que va al concurso hasta la concejala díscola de Ciudadanos,  aquella que pretendía que el ayuntamiento de su pueblo le pagara un billete de avión mensual para poder asistir a los plenos, porque se había trasladado a vivir a Estados Unidos

¿Saben cuánto dinero va a cobrar el ínclito Nicolás? La friolera de 3 000 euros diarios. Se podría hacer apología de la demagogia, diciendo que el salario mínimo interprofesional en España es de 655 euros, o que el sueldo medio es de 1 634 euros brutos al mes. Pero TeleCinco —¿o era TeleCirco?— es una empresa privada y puede emplear su dinero como mejor le plazca. Los culpables son aquellos que consumen la telebasura. Sin ir más lejos, el primer programa del concurso lo vieron más de 3 millones de televidentes, es decir, uno de cada cuatro personas que a esa hora estaban viendo la tele. Lo más peligroso es que las personas que ven estos programas votan en las elecciones, y su voto vale lo mismo que el del premio Nobel. Decía Facundo Cabral que lo más peligroso son los boludos, porque son muchos y pueden elegir al presidente.

En el fondo, la televisión no es más que el reflejo de la sociedad en la que vivimos. Lo que prima es ser un caradura. ¿Cómo decirle a nuestros hijos que el modelo a seguir no es el sinvergüenza que no trabaja, pero que se llena los bolsillos de dinero por aparecer en la tele diciendo estupideces; sino el que se esfuerza, estudia... y termina trabajando sirviendo hamburguesas en un restaurante de comida rápida? Eso, si ha sido afortunado y no ha tenido que emigrar. Igual que el protagonista de este artículo. Son unos don nadie, que han medrado por tener el carné de un determinado partido. O peor aún, diciendo que lo tienen. Con tres o cuatro fotos ha engañado a un país entero. No olviden que incluso llegó a colarse en el besamanos de la coronación del Rey aduciendo que era un miembro del CNI. El único sentimiento que podemos tener hacia ellos es asco, repugnancia, desprecio... Pero esto es España, y aquí los tratamos como VIP.

Piensen.
Sean buenos.

La canción regalo de hoy es Idiota. Pienso que debería ser la canción de cabecera del citado programa de televisión. Le dice claramente a los televidentes el mensaje del programa. Con todos ustedes: ¡Los Ronaldos!


1 comentario:

  1. Que intolerante e intransigente con los gustos de la gente comienza usted el año... Respetemos los gustos de las personas, aunque sean distintos a los nuestros. Yo tampoco conozco a nadie y me niego a ver ese programa, porque entiendo que no aporta nada al itelecto, pero respeto a quienes les guste. Además, nada garantiza la decencia. Fíjese en Vargas Llosa... lo que ha hecho ese hombre no tiene perdón. Debería haber entrado en la casa, en lugar de Carlos Lozano que, a mi entender, tampoco aporta nada. Sí me parece interesante la convivencia entre la hija de Matamoros y el hijo de Makoke. Es indudable que entre ellos hay una clara tensión sexual, no sé si resuelta o no en su tiempo de convivencia como hermanastros. Por lo demás, Raphel está claramente fuera de lugar, y la concejala ha perdido en cuanto se ha destapado. Debería haber entrado Arrimadas o Villacís, por mantener a alguien del mismo partido.

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