domingo, 3 de julio de 2016

Arroz dorado

800 millones de personas comen principalmente arroz. Es el alimento básico, y casi exclusivo, de las zonas más depauperadas del planeta, especialmente el sudeste asiático y África oriental. Uno de los mayores inconvenientes del arroz es que carece de betacaroteno, que es el precursor natural de la vitamina A. La ausencia de esta vitamina provoca la muerte de entre uno y dos millones de niños al año y la ceguera en otros 250 000. Para intentar paliar esto, dos científicos, Ingo Potrykus y Peter Beyerrenunciando a la patenta para que pueda ser utilizado para fines humanitarios, crearon el arroz dorado. Es una variedad de arroz producida a través de la ingeniería genética rica en betacaroteno, que podría paliar el problema de la malnutrición. Si bien es cierto que todavía no es apto para el consumo.


Arroz dorado
Algunas organizaciones, especialmente Greenpeace, rechazan los alimentos trasgénicos aduciendo que son perniciosos para la población y para el medio ambiente. Aseguran que tras más de 20 años de investigaciones aún no hay resultados satisfactorios. Proponen para combatir la desnutrición una dieta diversa, acceso equitativo a la alimentación y fomentar la agricultura ecológica. Es decir, una alimentación saludable y diversa. Aseguran, con buen criterio, que es irresponsable imponer arroz trasgénico a la población cuando hay otras opciones más seguras y eficaces disponibles. Llegan incluso a afirmar que el arroz dorado es un caballo de Troya para abrir la puerta a los alimentos trasgénicos favoreciendo a las grandes compañías. Ante esta oposición, un nutrido grupo de científicos —nada menos que 109 Premios Nobel— han firmado una carta contra la asociación ecologista por torpedear el desarrollo de los alimentos trasgénicos. Incluso lo consideran un crimen contra la humanidad. Aseguran los científicos que el arroz dorado no tiene contraindicaciones.

Y ¿ahora qué? ¿A quién debemos hacer caso? ¿De quién nos fiamos? Todos queremos un mundo mejor, yo el primero. Donde no haya efecto invernadero, ni deforestación, ni por supuesto hambruna. Todos queremos cuidar el medio ambiente, pero hay un pequeño problema: Ninguno quiere renunciar a nada. A las comodidades, a nuestros novísimos teléfonos móviles, a nuestros lujos —la mayoría innecesarios—. El problema de los pequeños gestos a favor del medio ambiente es que son eso: Pequeños gestos. No hay nada a nivel global. Y exigimos que los esfuerzos los hagan los más pobres, los parias. Que se mueran los feos. Queremos irnos a dormir con la conciencia tranquila, pero somos unos asesinos. Sé que el arroz dorado es un parche. Pero bendito parche. Hasta encontrar un remedio mejor, si conseguimos que no mueran niños inocentes, yo me doy por satisfecho. Todos estamos en contra del arroz dorado... hasta que es nuestro hijo quien se queda ciego, o muere.

Piensen.
Sean buenos.

La canción regalo de hoy vuelve a venir de la mano de mi gurú @BeatrizBagatela. Gold guns girl. Sé que no vas a estar de acuerdo con mi artículo de hoy, pero también sé que a pesar de eso disfrutas incluyendo tus canciones todas las semanas. ¡Gracias Beatrice! Todo el oro, y las armas (o ponga aquí el arroz dorado) del mundo no podrán separarte. ¿Alguna vez será suficiente?. Con todos ustedes: ¡Metric!
https://www.youtube.com/watch?v=FRtd8ArvH_s




3 comentarios:

  1. Lo que no nos han explicado es por qué hay que gastar recursos en generar arroz dorado, en lugar, de proporcionar a esas personas zanahorias, pimientos o tomates

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  2. A lo mejor por que viven en tierras anegadas donde no crecen ese tipo de plantas. O te crees que esta gente solo come arróz por que no les gusta nada más?

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  3. Al leer rápido "a nuestros lujos —la mayoría innecesarios—" había entendido "a nuestros hijos —la mayoría innecesarios—". Cosa distinta, pero no menos cierta.

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