domingo, 11 de septiembre de 2016

¡Vete a fregar!

Durante un partido de la segunda división regional catalana, que enfrentaba al U.E. Valls contra el Cambrils Unió, un espectador gritó a la árbitra que se fuera a fregar tras pitar una falta. Dado que desde febrero existe un protocolo en la Federación Catalana de Fútbol llamado Cero insultos en la grada, que permite parar un partido si hay insultos o actitudes machistas o xenófobas, Marta Galego —que así se llama la colegiada— determinó detener el encuentro y denunciarlo al delegado de campo. Tres minutos después el sujeto fue expulsado del campo, entre los aplausos del resto del público.



Hay quienes se regocijan de la decisión de la señora Galego aduciendo una supuesta defensa de la igualdad de género. Estoy plenamente convencido de que si este hecho hubiera sido a un hombre, la noticia hubiera pasado desapercibida en los medios. En los campos de fútbol se menosprecia permanentemente al rival... y al árbitro. Pero no con fines machistas o xenófobos. Se hace simplemente para desconcertarlo y que eso favorezca a tu equipo. Es la presión que ejerce el público. Podemos valorar si es correcta o no, pero es innegable. ¿Por qué no se suspende un partido cada vez que el público refiere a gritos que el árbitro o el delantero del equipo rival es un macho cabrío? ¿O es hijo de una meretriz? Les aseguro que si ocurriera, no se disputaba un partido ¡ni de prebenjamines! Quienes defienden que son insultos machistas o xenófobos ¿cómo pueden justificar a quienes imitan sonidos simiescos cuando hay un jugador negro, o hacer alusiones a su supuesta homosexualidad, o insinuar que padece síndrome de Down a un jugador del equipo rival; pero lo aplauden hasta romperse las manos si está en el equipo de sus amores? ¿Nadie recuerda insultos a Messi, Ronaldo, Figo, Guti, Piqué, Simeone...? Si esos jugadores estuvieran en el equipo del que grita, los insultos se tornarían en loas. Es sencillamente mala educación. Y no olvide que los estadios de fútbol no son el teatro de la ópera. Aquí la gente expresa sus sentimientos y grita.

No se confunda. No admito el insulto en el campo y aplaudo la reacción de la árbitra. Me parece que ha tenido más coraje que muchos compañeros suyos de sexo masculino. Quienes me conocen saben que soy muy futbolero. Que juego al fútbol semanalmente, que fui árbitro en mi todavía cercana juventud... Y lo más importante, que acompaño a mi hijo cada quincena al Santiago Bernabéu, a pesar de ser un fiel seguidor del Racing de Santander (lo que tenemos que hacer los padres por nuestros hijos). Durante estos partidos aprovecho para enseñar a mi hijo unas cosas muy antiguas que me inculcaron mis padres y que ya no se utilizan: Respeto, valores, educación, responsabilidad... Mi hijo sabe que no puede insultar a ningún jugador, ni al árbitro, ni a nadie. No porque sea mujer, hombre, rival, árbitro o lo que sea... Sino porque conoce el significado de la palabra RESPETO.

Piensen.
Sean buenos.

La canción regalo de hoy viene nuevamente de mi musa musical. Doña @beatrizbagatela. The boy who wouldn't hoe corn. No somos muy aficionados al country, pero ya no vale no saber hacer las cosas, hay que ganarse el cambio de mente... o te quedas sólo (como las calabazas q le da la chica en la canción por no saber cultivar su maiz). Te quedarás sólo si no aprendes, si no te lo curras y no cambias....porque YA NO HAY EXCUSAS, ni dilemas, ni enfoques diferentes; o cambias o ahí te quedas. Con todos ustedes: ¡The Broken!
https://www.youtube.com/watch?v=XireE7v5Ep0


No hay comentarios:

Publicar un comentario