domingo, 1 de abril de 2018

Los intocables

Quienes me conocen, saben de mi afición al fútbol. Cada semana me enfundo mi vieja camiseta del Racing de Santander y horado inmisericorde la portería rival. Especialmente, cuando en la defensa se encuentra el ex jugador del Liverpool, N. Butcher. Mi hijo, que no ha seguido mis doctos consejos futbolísticos, ha rechazado ser aficionado a mi querido Racing y anima con efusión a las rutilantes estrellas del Real Madrid. Incluso me obliga a acompañarlo cada quincena al Santiago Bernabéu a ver a su equipo. A pesar de ello observo, con enojo, cómo cada semana aparecen estrellas de los grandes equipos en los medios de comunicación que presuntamente han tenido, o tienen, problemas con Hacienda. Messi, Ronaldo, Mascherano, Xabi Alonso, Neymar, Falcao, Coentrão, Özil, Modrić... La lista es excesivamente larga. Es posible que también ocurra en los equipos modestos, pero quizá esos no aparecen en los grandes medios.
Hay quien opina que la culpa de esta situación es debida a los elevadísimos impuestos que deben pagar los jugadores de fútbol. Cerca del 50% de sus ingresos. No consideran relevante que ganen una millonada. Pero no estamos aquí para juzgar sus ingresos. Es cierto que el fútbol genera pasión y eso se traduce en contratos millonarios. Quizá deberíamos plantearnos porqué un señor que no sabe hacer nada en la vida y que no produce nada, genera tantísimo dinero. No son casos únicos. Ahí tiene usted a las modelos, e incluso los senadores. En el caso de estos últimos, no solo no generan nada, sino que encima son un lastre. Pero ese es otro debate. Hay otros, seguramente, más descerebrados, que justifican a los jugadores de su equipo y los jalean con grandes alharacas cuando acuden a los juzgados a declarar. Por supuesto, condenan a los del equipo rival. ¿Ignoran que el que defrauda al fisco, roba a toda la sociedad? 

Sorprende la sensación de impunidad de estas estrellas. Incluso se atreven a negociar con la Agencia Tributaria. En el caso de alguno de nosotros, si defraudáramos, les aseguro que caería todo el peso de la ley. Y con razón. Pero estos niñatos consentidos son intocables. Y lo más grave es que ellos lo saben. Se sienten semidioses. Saben que a la plebe les pueden recortar en educación, en sanidad, en servicios sociales, y seguirán inmóviles. Pero no les toque usted el fútbol. Es escandaloso que sigamos consintiendo estos comportamientos. Ser aficionado al fútbol no es óbice para exigir responsabilidades. Y máxime a los que más ganan. ¿Alguien cree que alguna superestrella acabará con sus huesos en la cárcel? ¿Y si nos dejamos de memeces y aplicamos la ley siempre, y no cuando convenga? Somos una sociedad de idiotas. 

Piensen.
Sean buenos.
Feliz Pascua de Resurrección para todos.

La canción regalo de hoy viene de mi amigo Nava. Dolores se llamaba Lola. Me asegura que siempre que le hablan de futbolistas, le viene esta canción a la cabeza y que no son ejemplo para nadie. Con todos ustedes: ¡Los Suaves!
https://www.youtube.com/watch?v=eBxzJ8GAxkU

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